ALICE Y LOS JARDINES PARLANTES
Alice era una chica simpática y muy lista para los 10 años que tenia, vivía con sus padres y abuelos en un pequeño pueblo llamado Villafértil, Alice tenia muchos amigos y todos la querían mucho. A Alice le encantaba la naturaleza sobretodo le gustaba cuidarla e incluso algunas veces hablaba con los árboles del bosque de al lado y se imaginaba que le contestaban. Pero el único problema que había era que su pequeño pueblo estaba contaminado y por mucho que quisiera descontaminarlo no podía. Pero Alice no se imaginaba que pronto se iba a cumplir su mayor deseo. Era una mañana de verano y muy soleada y Alice se despertaba muy entusiasmada porque ese día iba a hacer con su profesora y amigos un recorrido por la ciudad. Mientras se vestía estaba pensando en el pequeño recorrido que haría, la cantidad de cosas alucinantes que vería... pero también pensaba en las cosas malas que iba a ver, ella no quería ver como los coches iban desprendiendo humo por su adorada ciudad y como las fábricas echaban humo por sus chimeneas. A continuación bajó las escaleras entusiasmada y se fue con su madre al colegio. En el coche la madre de Alice miraba triste las fábricas:
- Mama, ¿ Que te pasa ?
- Nada hija, solo que no quiero que se contamine nuestra ciudad.
- Tranquila mami no va a pasar nada
Al salir del coche y llegar al colegio Alice vio como su profesora y compañeros la esperaban en la puerta del colegio para emprender el recorrido. Los compañeros de Alice salieron corriendo a su encuentro y le contaron las curiosidades de la naturaleza, que les había contado su profesora a ellos mientras ella llegaba. Salieron de la escuela y se dirigieron hacia una fábrica. Entraron en la fábrica y Alice miró a su alrededor, ¡ No era como las demás ! esta fábrica tenía plantas y flores preciosas, en ese instante apareció el dueño era un hombre bajo y simpático:
- ¡ Bienvenido a la fabrica Protects Plants !
- Hola, soy la profesora Martina y vengo a hacer una visita
- Oiga, perdone. Dijo Alice tímidamente
- ¿Si ?
- ¿Qué es lo que se hace en esta fábrica?
- Pues aquí cuidamos las plantas, flores y muchas mas cosas de la naturaleza, es parecido a un invernadero solo que los aromas de las plantas se transforman en perfumes sin tener que hacerle daño a las plantas.
- Guau ¡¡me encanta esta fábrica!!
-Bueno, es hora de empezar la visita. Dijo la profesora
-Si, por supuesto. Dijo el dueño de la fábrica
El dueño los guió hasta un jardín enorme y bonito en el que había mucho césped y árboles, era parecido a una jungla. El dueño los dejó solos para que pudieran contemplar aquella maravilla. Alice y sus compañeros avanzaban por el césped, cuando se oyó un sonido muy raro, los niños se acercaron y justo en ese instante cayeron todos por una trampilla. La profesora fue la primera que se recuperó y pudo ver lo que había. Había unas plantas muy raras en forma de copa y otras que parecían tenedores, la profesora estaba asombrada, en ese momento se despertaron todos. Alice se acercó a la planta que tenía forma de copa y dijo:
-Que planta mas bonita.
- Gracias. Dijo la planta
-¿Ehh? ¿Quién ha hablado?
- Pues yo, la planta que tiene forma de copa. Dijo la planta un poco enfadada
- ¿Puedes hablar?
- Si
- Oye ¿me podrías decir que es esa brújula que hay en la pared?
- Si, es la brújula que muestra las plantas que se van extinguiendo
- OHH, tenemos que hacer algo no podemos permitir que se extingan tantas plantas
- Si, ¡No podemos permitirlo!. Dijeron todos los compañeros a coro.
Vale, vale chicos tranquilizaos, vamos a avisar al dueño de que nos vamos.
- ¡ Esperad !. Dijo la flor.
- ¿ Que pasa ?. Dijo Alice
- Llevaos la brújula, os ayudará.
- Vale.
Cogieron la brújula y subieron al centro de la fábrica para avisar al dueño:
- Señor director, tenemos que irnos
- Si, por supuesto que podéis iros.
- Volveremos otro día
- ¿ Y esa brújula ?
- Es una larga historia, luego se la contaremos.
- Señor, ¿nos deja un megáfono?
- Si claro, tomad
Cogieron el megáfono y se fueron a la calle, allí Alice se subió a una pequeña caja y todas las personas se quedaron mirándola:
-
¡ Escuchadme ! mirad esta brújula muestra la cantidad de plantas que se
extinguen por la contaminación,¿ porque no os esforzáis y no
contamináis ?
- No queremos contaminar, nosotros adoramos a la naturaleza
-
Entonces ¿porqué no la cuidáis un poco mas? estoy segura de que
podremos conseguir que nuestro pueblo vuelva a ser el municipio
encantador de antes.
- Sí, haremos eso no permitiremos que esa fábrica destruya nuestra ciudad
-
No, parad esta fábrica no contamina es una fabrica en la que se cuidan a
las plantas. No tenéis que protestar en contra de las fábricas solo
tenéis que ahorrar agua...
- Si, lo haremos
Al
día siguiente Alice se despertó y se asomó por la ventana de su cuarto
vio una maravilla de pueblo sin nada de contaminación. Todo volvió a ser
como antes.
¡ SU MAYOR DESEO SE HABÍA CUMPLIDO !